Alonso en el Madrid: Un comienzo sin cortesías

El nuevo técnico del Real Madrid, que dirigió al equipo en el Mundial casi sin preparación, afronta este martes su único partido de pretemporada contra un rival modesto, en una situación excepcionalmente anómala para el club. El Real Madrid disputa este martes en Austria un partido amistoso contra el modesto WSG Tirol, un encuentro que parece una rareza en el amanecer de la era de Xabi Alonso. El nuevo entrenador se encuentra en una situación excepcional, tanto para un gigante como el Real Madrid como para cualquier equipo de élite: ha sido arrojado al corazón de la batalla sin el lujo de tantear el terreno primero. Le ocurrió en el Mundial de Clubes, donde debutó con solo tres días de trabajo con la plantilla al completo, y se repite ahora en una pretemporada reducida a apenas 15 días por la negativa de LaLiga a posponer su debut liguero. Tras aquel "aterrizaje forzoso" en el Mundial, Alonso ahora intenta gestionar una pretemporada que evoca aquel extraño verano de 2020, en plena pandemia. Aquel año, los blancos solo jugaron un partido de entrenamiento a puerta cerrada contra el Getafe, sin público ni prensa. Aquella puesta a punto es lo más parecido a la actual, pero con una diferencia fundamental: entonces, Zinedine Zidane seguía al mando, la plantilla era prácticamente la misma y el club vivía un momento de calma tras haber ganado la "Coronaliga" solo dos meses antes. Hoy, lo normal es que las giras de verano sean tanto una prueba de fuego como una importante fuente de ingresos, enfrentando a los grandes equipos entre sí "sin anestesia". En las últimas tres temporadas, el Real Madrid se ha medido tres veces al Barcelona, dos al Milan y la Juventus, y una al Chelsea y al Manchester United. En 2019, por ejemplo, una dolorosa derrota por 7-3 ante el Atlético alteró por completo los planes del club. Este verano, en cambio, el nivel de su único rival televisado parece una vuelta al pasado, a una época en la que los equipos comenzaban sus preparaciones contra rivales humildes de algún pueblo europeo. La historia del WSG Tirol se desarrolla en una ciudad, Innsbruck, más famosa por sus esquís que por sus balones de fútbol. Hasta este duelo, Alonso ha dirigido nueve sesiones de entrenamiento bajo el sol abrasador de Madrid, algunas incluso a las cinco de la tarde. Uno de esos entrenamientos fue un partido "a oscuras" contra el Leganés, lejos de los ojos de los aficionados y las cámaras, tal como ocurrió en el verano de la pandemia. Mientras Alonso trata de arreglárselas con un viaje de ida y vuelta a Austria (sin los lesionados Valverde, Camavinga, Bellingham, Mendy y Endrick), sus grandes rivales viven una realidad muy distinta. El Barcelona comenzó su pretemporada el 13 de julio y ya suma cuatro partidos. El Atlético de Madrid ha dispuesto de tres semanas de preparación y ha disputado dos encuentros de alto nivel. Y Osasuna, el primer rival del Madrid en LaLiga, ha jugado seis amistosos. Este escenario no es completamente nuevo para Alonso. Cuando asumió el cargo en el Bayer Leverkusen en octubre de 2022, el equipo estaba en el fondo de la tabla. Pero tras un inicio complicado que él mismo describió como "ir resolviendo los problemas sobre la marcha", el parón del Mundial le regaló dos meses completos, un tiempo que él mismo admitió que fue crucial para asentar sus ideas y su filosofía. El calendario le dio la oportunidad de cultivar su proyecto. En Madrid, sin embargo, el tiempo no está de su lado. Desde el momento en que aceptó el reto, ha estado trabajando a contrarreloj para lograr un progreso visible lo antes posible. El mes intensivo que pasó con el equipo en Estados Unidos le ayudó a acelerar la construcción de relaciones y la implementación de sus conceptos tácticos. Como explicó el propio Alonso: "Como por la tarde no se te pueden escapar en el hotel, intentas ser eficiente con los vídeos. El vídeo tiene un papel fundamental, y los jugadores están acostumbrados a este tipo de entrenamiento". A falta de tiempo para entrenar a fondo y de partidos amistosos de nivel, el técnico vasco intenta "arañar cada minuto disponible" en sus primeros meses en el Real Madrid.